El nacimiento por cesárea puede ser de muchos tipos, entre ellos podemos encontrarnos con una cesárea programada, como puede ser una placenta previa, una presentación podálica… o una cesárea urgente por alguna complicación que pueda surgir a lo largo del parto. Ambas dos, necesitan un tiempo de aceptación por parte de la madre, pero esta última todavía más, es un evento que no nos esperamos y quizás no tenía cabida en nuestra cabeza y de repente: ¡zas, tenemos que irnos a quirófano! Pero esta situación, siempre y cuando la salud de madre e hijo lo permitan, podemos mejorarla siempre que sea una CESÁREA RESPETUOSA y con un menor nivel de angustia.
¿A qué nos referimos con esto? Pues a que la mujer se sienta informada del proceso, de lo que está ocurriendo… a que, si es posible, entre su acompañante con ella y si no, la matrona que la ha acompañado; pequeños detalles que cambiarán la percepción de esa vivencia.
Y tras la cesárea, por supuesto si es posible, realizar el CONTACTO PIEL CON PIEL con su bebé. Después de nueve meses juntos, el mejor lugar para ese bebé son los brazos de su madre.
Los beneficios del contacto piel con piel son innumerables, pero ¿qué sucede cuando rompemos este contacto? ¿Cuáles son los riesgos?
- Dificultad en el establecimiento del vínculo afectivo
- Recuperación más lenta del estrés del parto
- Aumento del período de llanto del RN
- Hipotermia
- Aumento del gasto energético
- Enlentecimiento de su adaptación metabólica
- Dificultad en la instauración de la lactancia materna
Además, cada día son más los hospitales que se suman al PINZAMIENTO TARDÍO en cesáreas y ya existen estudios que nos dicen que el pinzamiento tardío de entre 1-3 minutos en bebés nacidos por cesárea no supone más riesgos para la madre o el bebé. Los beneficios que esto supone está relacionado a mayor satisfacción materna.
Lo que queremos transmitir es que, si se puede, se debe hacer todo lo que esté en nuestra mano para que esta familia tenga una EXPERIENCIA POSITIVA.
Lo importante es:
EVITAR CESÁREAS INNECESARIAS Y VIVIR CESÁREAS RESPETUOSAS Y HUMANIZADAS