Algo que siempre les recomendamos a nuestras madres es que no se olviden de su AUTOCUIDADO en el posparto, y una opción para buscar un hueco para una misma es el ejercicio físico.
En nuestro Centro de la mujer disponemos de clases de ENTRENAMIENTO FUNCIONAL dirigidas por las entrenadoras especializadas en embarazo y posparto de LaSalaEntrenamiento. Estas clases están ADAPTADAS de forma individual a las necesidades de cada mujer, dado que previamente al inicio del entreno realizamos una pequeña entrevista para conocer su situación. Grupos reducidos, a los que PODRÁS ACUDIR CON TU BEBÉ.
Antes de comenzar el entrenamiento posparto recomendamos una cita con la fisioterapeuta especializada en suelo pélvico.
Existe la opción de un día en semana o dos días en semana. La elección de día se realizará de forma sencilla a través de una aplicación.
El entrenamiento funcional posparto es crucial porque ayuda a las nuevas mamás a recuperar su fuerza y estabilidad después del parto, enfocándose en áreas clave como el core y el suelo pélvico, que suelen debilitarse durante el embarazo y el parto.
Además, este tipo de entrenamiento mejora la postura, alivia el dolor de espalda, y aumenta la energía, lo que es esencial para afrontar las demandas físicas de cuidar a un recién nacido. También contribuye a la salud mental, ayudando a reducir el estrés y mejorar el bienestar general.
Cuida de tu salud y recuperación con nuestro entrenamiento funcional posparto.
Ayuda a recuperar la fuerza en los músculos debilitados durante el embarazo y el parto, especialmente en el core y el suelo pélvico.
Corrige los desequilibrios posturales que pueden surgir durante el embarazo, aliviando el dolor de espalda y mejorando la alineación corporal.
El ejercicio regular ayuda a combatir la fatiga común en el posparto, dándote más energía para cuidar de tu bebé.
El entrenamiento funcional libera endorfinas, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad, y promoviendo un estado de ánimo positivo.
Ejercicios específicos ayudan a fortalecer el suelo pélvico, lo cual es crucial para prevenir problemas como la incontinencia.
Te prepara para las exigencias físicas de la maternidad, como cargar a tu bebé, agacharte, levantarte y otras actividades cotidianas.
Acudir al entrenamiento posparto en Lasala es fundamental para recuperar tu bienestar de forma segura y efectiva tras el parto. En Lasala, cada sesión es personalizada y supervisada por profesionales especializados en actividad física, garantizando que el programa se adapte a tus necesidades específicas y a tu ritmo.
Esto no solo ayuda a fortalecer el core y el suelo pélvico, sino también a mejorar la postura, aumentar la energía, y reducir el estrés, todo en un entorno de apoyo y cuidado.
El mejor ejercicio para el posparto depende de cada mujer y su recuperación, pero un ejercicio ampliamente recomendado por su seguridad y eficacia es el fortalecimiento del suelo pélvico mediante ejercicios de Kegel. Estos ejercicios ayudan a restaurar la fuerza y el control en los músculos pélvicos, que pueden verse debilitados durante el embarazo y el parto.
Otros ejercicios recomendados para el posparto incluyen:
Siempre es recomendable consultar con un médico o fisioterapeuta antes de comenzar cualquier rutina de ejercicios posparto, para asegurarse de que sea adecuada para tu situación específica y nivel de recuperación.
El momento adecuado para comenzar a hacer ejercicio después del parto varía según cada mujer y el tipo de parto que haya tenido. Aquí hay algunas pautas generales:
Parto vaginal sin complicaciones: Muchas mujeres pueden comenzar con ejercicios ligeros, como caminatas suaves y ejercicios de Kegel, aproximadamente 2 a 6 semanas después del parto. Es importante escuchar a tu cuerpo y no forzarte demasiado.
Cesárea o parto con complicaciones: La recuperación suele llevar más tiempo. Generalmente, se recomienda esperar al menos 6 a 8 semanas antes de comenzar cualquier ejercicio, y es crucial obtener la aprobación de tu médico antes de empezar.
Ejercicios de bajo impacto: Ejercicios como caminatas, estiramientos, y fortalecimiento del suelo pélvico pueden ser seguros en las primeras semanas, pero cualquier actividad más intensa debe esperar hasta que tu médico lo autorice.
Consulta médica: Es esencial tener una evaluación postparto con tu médico o matrona para discutir cuándo es seguro comenzar a ejercitarte y qué tipo de ejercicios son más apropiados para tu recuperación.
Recuerda que cada cuerpo es diferente, y es importante avanzar a un ritmo que te resulte cómodo, siempre priorizando tu salud y bienestar.
Tonificar el abdomen después del parto es un proceso que debe abordarse con cuidado, comenzando con ejercicios de bajo impacto y fortalecimiento del suelo pélvico. Ejercicios como los Kegels y la respiración diafragmática son fundamentales para reactivar los músculos profundos del core, lo que establece una base sólida para progresar hacia ejercicios más intensos.
A medida que el cuerpo se recupera, se pueden incorporar ejercicios como planchas modificadas, elevaciones de piernas y puentes de glúteos, que ayudan a fortalecer los músculos abdominales sin poner en riesgo la recuperación. Es importante evitar ejercicios tradicionales de abdominales, como los «crunches,» especialmente si hay presencia de diástasis abdominal.
La clave para lograr resultados es la consistencia y la paciencia, avanzando gradualmente en intensidad y siempre consultando con un profesional de salud o un fisioterapeuta especializado en posparto para asegurarse de que los ejercicios sean seguros y adecuados para la situación individual.
Fortalecer el suelo pélvico después del parto es crucial para recuperar el control muscular y prevenir problemas como la incontinencia. Los ejercicios de Kegel son fundamentales, comenzando con contracciones de 5 segundos, luego aumentando gradualmente el tiempo de contracción a 10 segundos. Variaciones como las contracciones rápidas y las contracciones lentas y sostenidas también son efectivas para mejorar tanto la fuerza como la resistencia del suelo pélvico.
Además, es útil coordinar los ejercicios de Kegel con la respiración, inhalando al relajar los músculos y exhalando al contraerlos. Ejercicios adicionales como el puente de glúteos también pueden ayudar a fortalecer tanto el core como el suelo pélvico de manera conjunta. Establecer una rutina diaria para estos ejercicios es clave para lograr resultados efectivos.
Si los problemas persisten o si tienes dificultades con los ejercicios, es recomendable consultar con un fisioterapeuta especializado en salud pélvica. Un profesional puede ofrecerte un plan personalizado y supervisar tu progreso para asegurar una recuperación adecuada.